Give Me Something I Can Cry About
Me conmueve, me emociona, me da gusto y me da pena verlos otra vez on stage. Es que pienso en Farewell To The World y no puedo quitarme la imagen de Paul Hester llorando mientras tocaba la batería en el último concierto. Porque si uno mira el line up actual, es el único que no está. Quizás sean puras pajas mías. Tal vez sea que algunas cosas me dan pena y no lo puedo evitar. Quizás Hester no hubiera estado ni ahí o en una de esas los hubiera dejado botados a poco andar. Pero siento que al menos hubiera tenido la opción. Supongo que es como si Macca, Harrison y Ringo se hubieran juntado sin Lennon diez años después. Creo que podría haberme dado la misma sensación.
Pero la vida está para disfrutar. Me gustó Don’t Stop Now. Suena bien, es catchy, tiene buena letra y no es más de lo mismo. Es un dignísimo retorno. No podía ser de otra manera. Si Macca es Dios, Dylan es el Hijo y Finn el Espíritu Santo.
1 Comments:
Neil Finn es lo más parecido que puedo pensar a Paul McCartney. Hay algo encantador en lo poco que se le reconoce su talento, en cómo el tipo morirá siendo algo así como el secreto mejor guardado de Nueva Zelandia. ¿Has escuchado el último disco con su hermano? Me gusta el nuevo disco de los CH, imagino cuánto extrañan al pobre de Hester y agradezco no ser la única que se emociona con sus melodías.
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