Wednesday, November 22, 2006

Radio Gaga

Como dicen los gringos, toda historia tiene dos lados. Gracias a la Internet, mi vida laboral es hoy bastante más miserable de lo que era cuando comencé a trabajar. Al menos podía dejar pasar un par de días sin responder un fax y no tenía que dejar un "out of office reply" hasta para ir al baño. Ni responder por mail que iba a responder en otro mail. Pero es la misma Internet la que rebajó mis niveles de ansiedad y sicopatía musical y me ha hecho un ser más feliz.

La primera vez que oí hablar de las College Radios fue cuando me puse a rastrear lo que había hecho REM antes de The One I Love, en los tiempos de Green. Ahí descubrí que las universidades gringas tenían radios ideadas, programadas y operadas por los estudiantes o por miembros de la comunidad universitaria. Y sí, me dio envidia. Las College Radios o Campus Radios tienen la gracia de ser casi cien por ciento libres. Eso les permite tener formatos más innovadores y creativos que la radio-negocio, por llamarla de alguna forma. Como su rango de programación puede ser amplísimo y muchas de ellas optan deliberadamente por el underground, este tipo de radio ha sido asociado a las tendencias musicales emergentes. De hecho, fue clave para la explosión del rock gringo noventero en todas sus formas.

Creo que lo más parecido que he visto aquí fue la Radio Universidad de Chile, que a principios de los noventa, en medio de su selección más bien clásica, tenía un programa escondido, con un nombre terrible, algo así como "Música Marginal Inglesa". Y la música marginal inglesa no era otra cosa que lo que poco después conocimos como “música alternativa”. Seguro poca gente lo escuchaba, seguro menos gente lo recuerda, pero es el lugar donde por primera vez oí hablar de Manchester y donde tocaron shoegaze antes que en la Futuro de la Inmensa Minoría. Era un lujo.

Es divertido pero a pesar de que hoy día casi no hay restricciones para conseguir la música, hay algo que me sigue fascinando de la radio. Mientras mi iPod tiene todas mis canciones favoritas de la vida yo sigo poniendo la radio y sigo esperando que suene una canción nueva que me cambie la vida para siempre. En mi paso relámpago por Seattle no dejé de comer radio. Y me aprovisioné de unos buenos links de estaciones que tienen streaming por Internet. Hay una que toca Jazz 24 horas al día, jazz de todos los tipos y que con todo respeto le vuela el trasero a la radio que tenía Santis, que de hecho me gustaba. Hay otra que toca sólo rock, en un estilo parecido a la actual Futuro, pero con mejores arañazos metaleros. Pero mi favorita de todas es la radio asociada a la Universidad de Washington y que por estos días me tiene alucinando. Tiene una programación extraordinaria, un eclecticismo con toques bien sofisti y para colmo, las mejores bandas que uno conoce y que no conoce, tocan en vivo cada semana en sus estudios. Da rabia, pero se puede escuchar por iTunes. Para refrescar la oreja sin comerciales y sin latas. Es la radio que uno soñó en sus Wildest Dreams. Only one click away.

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