Monday, November 02, 2009

Cómo Desaparecer Por Completo

A mi mamá le dijeron en Kinder que yo ni me sentía en clases; que podía estar, tanto como no estar. Mi mamá consideró que tener una hija bien portada era fantástico. Yo me habría puesto a llorar con ese comentario para un hijo mío. Ninguno de ellos es así de imperceptible al ojo u oído humano. Más bien todo lo contrario. A veces con el Feli quisiéramos hacerlos desaparecer. No es falta de cariño, como dice la canción. "Usted está conectada con el Pedro", me dice otra vez la Quely el Sábado. A mí se me vienen a la cabeza E.T. y Elliot. No, no es mi cabeza, están dando E.T. en la tele. No dejo de encontrarle razón. Cada vez que sus mareas se agitan, lo hacen las mías; cada vez que pierde el equilibrio, lo pierdo yo; cada vez que se queda en lo oscuro, me pierdo yo también.

Todo en una misma semana puede ser demasiado. La Laura enferma, nosotros durmiendo dos horas diarias, Pedro iracundo con la vida, yo con un resfrío de mierda y las hormonas danzando con lobos. El Sol que sigue resistiéndose a salir, Farquaad insoportable y paranoico y el matrimonio de mi amiga yéndose por el desagüe. Try to catch the deluge in a paper cup. Hubiera querido ir a FNM, pero simplemente no tuve las fuerzas. You want it all but you can't have it. Hay ocasiones en que todo lo que queda es replegarse, acurrucarse con el del lado, conversar mucho y aplicar la mirada Plaza Sésamo: Afuera, Adentro, Cerca, Lejos, Arriba, Abajo, Alrededor, Alrededor, Alrededor. Nadie está libre, pero los fantasmas se asustan cuando los miramos de frente. Siempre es mejor saber quién anda ahí afuera.

Y nada ha cambiado mucho entre la semana pasada y hoy. Salvo porque ahora tengo voz y porque Pedro está tomando sus esencias florales y habló sobre lo que le pasa. Sé que nunca va a ser como la Magda, mi MacGyver emocional; sé que siempre voy a tener que estar mirándolo y aplicando lo que yo llamo el "sonar maternal", para contenerlo pero sin sobreprotegerlo. No sé si de verdad Pedro y yo estemos conectados, aunque puede ser. Lo que sí sé es que nos pone mal cuando está mal porque tanto el Feli como yo fuimos niños muy parecidos a él. Claro, ahora somos adultos más normales que no, funcionales y más felices que no, pero con un costo pagado que preferimos no contabilizar. Ya lo dije una vez: los hijos nos enfrentan con nuestros monstruos y jorobados y sus crisis producen un efecto dominó que asusta. Dan ganas de desaparecer por completo. Pero luego no. Hoy por fin el cielo está sin nubes. Tengo mi caleidoscopio en el escritorio de la oficina, para escapar por momentos a un mundo de colores; tengo Cahuelmó en el equipo de música, a Crowded House en el auto y tengo energías renovadas en el cuerpo. ¿Fight or Flight? Fight, certainly. Fight, and Flow.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home