Tuesday, June 08, 2010

Sobredosis de DVD

A veces, cuando estoy viendo un concierto en video o DVD, y enfocan a los músicos desde atrás, me hago preguntas. Lo que se sentirá al escuchar a una multitud cantar una canción que nació como un garabato en una servilleta de papel o por detrás de una boleta de botillería. Alfonso dice que, una vez publicadas, las obras dejan de pertenecerle al autor; yo digo que lo mismo sucede con las canciones una vez que nuestra oreja las captura. En otras ocasiones me pregunto cómo será estar parado ante miles de personas que vienen a verte a tí. Mucho más allá del ego, mucho más allá de cifras, limusinas y escoltas policiales, debe haber algo muy power.

El jueves, de vuelta a la oficina, me bajé en el Metro Los Leones, para comprarme por fin ese DVD de los Foo Fighters que llevaba meses mirando en la vitrina. Todavía me queda algo de la rata noventera, que miraba vitrinas como la vendedora de fosforos y que volvía a la tienda con plata, cuando ya era tarde. Supongo que se trata de límites y prioridades. El asunto es que una vez más, Grohl y Hawkins, que cada vez más parecen negativo y positivo de un mismo ser, con sus barbas y chascas al viento y sus declaraciones de amor mutuo, me hicieron salir lágrimas de los ojos. Grohl, salta como un cabro chico, corre con su Gibson azul, con el pelo en la cara y su chicle sin fin, uno de verdad siente cosas. Sí, lo del flato es medio feo, pero tengo que admitir que me dio risa. Mis niños también se rieron, como todos los monos animados y personajes infantiles se tiran flatos, lo encuentran más bacán todavía a Grohl. Pero con o sin sonoridades por vía no destinada al efecto, era Wembley, habían reunido a 85 mil personas y terminaron tocando con Jimmy Page y John Paul Jones. Hay que ver la cara de Grohl en la batería y los abrazos patosos de perro muppet que Hawkins le da a Page al terminar de cantar su canción. Él, ondero hasta la muerte con su Les Paul, la goza. Cómo no se va a emocionar uno.

No me aguanto y le adelanto al Feli su regalo de Día del Padre: The Space Within US, un concierto película que es también documental, sobre la gira que McCartney hizo a Estados Unidos post Chaos and Creation In The Backyard. Su foco es el fan. O sea, uno. Emoción es probablemente la palabra que más se repite y se puede sentir minuto a minuto, tanto en Macca y su banda, como en la gente que aparece. El, con una simplicidad maravillosa, canta y también habla. Recuerda estar escribiendo I'll Follow The Sun y yo pienso que es como el inverso de nosotros, que recordamos la primera vez que escuchamos una canción, dónde estábamos, con quién y en qué. Habla también de querer darle a la audiencia algo que recordar, de escribir canciones siempre pensando en producir un efecto en alguien, habla sobre seguir sintiendo la magia de cantar canciones para la gente y de ser un tipo común y corriente que hace canciones. Se ve a Billy Joel cantando, a Jack Nicholson; a unos viejos eternos con sus hijos y nietos, todos con sus air guitars. Pura Magia. De pronto escucho a Paul Stanley decir que la música produce una conexión visceral que puede llevar lágrimas a tus ojos sin que sepas por qué. Hey, me digo, este tipo sabe lo que dice. Otro individuo afirma que lo que hace feliz a Paul McCartney es ver a alguien moviendo el pie con algo que él escribió. Feedback, me digo. De eso se trata. Alimentación mutua. Eso es lo que sucede. Recuerdo esa frase que leí ayer, que me quedó dando vueltas: "A good song comes along and gives people a bit of comfort or focus, it reminds them what it is to be alive.'' Tenía que ser Neil Finn. Y ya lo había dicho mi amiga de la vida: "Pérez, las canciones nos permiten vivir lo invivible."
El otro día nos juntamos con los del lado y los de un poco más allá a karaokear. Pero terminamos en otra cosa. Mi compadre melómano de amplio espectro puso el último concierto de Soda Stereo, hasta llegó con su polera negra con letras naranjas. Cuando apareció Cerati con su guitarra, se produjo un silencio largo y se le salió un "qué pena". Yo pensé que por suerte fui al concierto del 2007 y que me tendría que comprar el DVD de Me Verás Volver. Lo hice y anoche mientras el Feli trabajaba en su compu, yo me puse a verlo, con un nudo en la garganta. Poco rato antes me había llegado el último update de cerati.com. La pena es un derecho humano. Y me gusta saber que no soy la única en esto. Great hearts feel alike. En fin, tantos pensamientos desordenados. Acabamos de ver The Space Within US otra vez, es demasiado tarde y a esta hora no se puede hacer mucho por ordenar nada. Hablando de desorden, se me viene a la cabeza la letra de Puente. Qué ganas de poder desordenar átomos... Si usted se la sabe, cante.

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