Wednesday, June 01, 2022

Un Vestido y Un Amor

Cuatro golpes en el platillo. Un sintetizador que comienza a deslizarse como una bruma por la noche. Una letra de memoria instantánea y marca de fuego.  Fito Páez, el de los anteojos ridículos de Giros me tenía bailando embrujada cada noche su canción, con un tipo que no me interesaba tanto como el otro que se paseaba con su cigarro eterno, sin bailar, pero mirándome.  Yo no buscaba a nadie y te vi.  Era el verano, en la playa.  Yo tenía el pelo largo y la piel tostada. De vuelta en Santiago me pareció tan cierto. Nadie puede y nadie debe vivir sin amor.

Hoy es el cumpleaños de El Amor Después del Amor.  Curiosamente, hace una semana me dio por escucharlo completo mientras manejaba.  Algo de vos llega hasta mi, cae la lluvia sobre Paris.  Casi como un milagro, cae lluvia mientras escribo.  Saco cuentas. Si El Amor Después del Amor tiene treinta años, mis historias con este disco tienen la misma edad.  Mi mamá me dijo cuando yo tenía veintitantos que uno no sentía envejecer.  Que se sentía igual por dentro.  A veces le encuentro razón.  Pero la mayor parte del tiempo no.  Tengo cincuenta y dos y poco me parezco a la protagonista de esas historias de canciones, horas doradas y playa en invierno. Lo agradezco.  No la extraño.  Tengo todo lo que necesito y también más.  El amor después del amor tal vez se parezca a este rayo de sol.