Tuesday, October 25, 2011

Azul Ultramar

Faro Perfecto, María Jimena Navarro
Cuando mi amiga Jime me pidió que escribiera una pequeña biografía - presentación para su página web pensé que iba a ser algo fácil. "Tú escribes bien y me conoces", me dijo, "y yo no podría escribir de mi." Toda la vida juntas, rutina, pensé, como decían en esa peli de los patinadores, que es como City Of Angels on ice. Imaginé un texto que hablara de su pintura y de ella, como la artista que es y como la persona que es, que no es lo mismo, pero es igual. Unas palabras escritas en serio, pero con cariño y con mi forma de escribir. Pero me costó una enormidad. Pasaron días y días y no había caso. Hasta que una noche volviendo a casa muy tarde, tuve una de mis epifanías automovilísticas, con música y todo: "Habla como tu blog" dijo una voz en mi cabeza.
Comencé, por supuesto, con sus animales, esos que dibujaba con una sola línea, partiendo unas veces por la cola, otras por una pata o por una oreja. El orden de las cosas nunca fue algo que se nos diera particularmente bien a ninguna de las dos. It takes years to find the nerve. Hubiera querido hablar de La Tortuga Gigante, de la Jime dibujando escenas del cuento y de mi mamá vuelta mono con un puñado de niñas desordenadas que hacían de todo menos pintar. Hubiera querido contar cómo crecimos dibujando. Ya más grandes, la Jime agarraba nuestros peores defectos y los ponía en dibujos geniales y también crueles. Había que tener humor y el cuero duro. Todavía recuerdo el verano pre-universitario, poniéndoles nombres y dibujando a todos los personajes de la playa. El día de las postulaciones partimos a la casa Central de la UC, como quien va a cualquier cosa menos a decidir lo que hará con su vida. Más tarde, sentadas en el suelo de su living, postulamos a la primera opción y rellenamos todas las restantes posibilidades con carreras que jamás estudiaríamos. Tengo guardados esos papeles. Y como nuestros padres nos habían hablado sobre la importancia del cartón y sobre la calamidad que sería que niñas inteligentes desperdiciaran sus buenos puntajes, la Jime entró a Agronomía en la Chile y yo a Derecho en la UC. Esta es la parte en que aparece Antumapu. Tres estaciones que sonaron a U2 y a Cheap Trick. El amor y la amistad entre unos niños que parecían más grandes de lo que en realidad eran. Wherever you go I'll be with you. Whenever you need someone to lay your heart and head upon, remember, after the fire, after all the rain, I will be the flame. El siguiente Marzo la acompañé a inscribirse en Arte en la UC.
Hace unos días la Jime subió su sitio y ahí está mi presentación. Y están esas pinturas que siempre he sentido también un poco mías. Despedida, cuyo origen recuerdo perfectamente. Mirada De Mujer, con ese juego de naranja y nuestro adorado Azul Ultramar. Los árboles nudosos y de formas intrincadas, los castillos con torres, los faros en medio de una hermosa nada. Los caballos frisones, con pelos chascones parecidos a como fueron nuestros pelos alguna vez, y medio desbocados, como fuimos a veces también. Y luego están los niños. Los retratos de sus hijos. Pienso que la distancia no ha disminuido nuestra amistad. Seguimos conectadas en sueños y todavía somos capaces de percibir cuando algo está inquietando a la otra. El Gato que esta triste y azul (Ultramar) nunca se olvida. Pero hay algo triste en la separación geográfica de los cuerpos. No es trivial vivir en diferentes países. No es como ir al mismo concierto en localidades distintas. Hay cosas que se pierden para siempre. Pequeños detalles, pequeños momentos. Compartir una taza de café porque sí. Caminar por la calle sin decir nada. The Human Touch. No digo que sea fácil para nadie. Aunque el que se va generalmente lo hace persiguiendo algo. Una meta, un sueño, otra vida. Hay una fuerza, una motivación que no existe para el que se queda. Para ese hay puras palabras feas, como ausencia, vacío, o extrañar. Mastering the Art of Missing. Pero tengo que ser justa y decir que me llena de orgullo ver lo que ha hecho mi amiga con su vida. Que aliento cada una de sus luchas y celebro cada una de sus victorias. Hubo gente que no daba un peso por nosotras. Pienso que faltan apenas unos días para que llegue y que, como siempre, tomaremos mucho, muchísimo café, fumaremos Viceroy Lights -aunque yo haya dejado de fumar hace años- comeremos lomitos y churrascos del Tip y Tap, mientras intentamos desmadejarnos mutuamente el mate. Inventaremos palabras, nos haremos preguntas, nos reiremos y tal vez lloremos. Desarmaremos el mundo y lo volveremos a armar pedacito por pedacito. Y, como siempre, nos faltará el tiempo para conversar de las miles de cosas que tenemos pendientes y que año tras año van quedando reservadas para ese viaje que hemos soñado, solas, a Europa, sin maridos y sin hijos. Tal vez un poco como eran las cosas antes, pero mucho mejor, porque ahora tenemos un mundo calentito y de muchos más colores. Aunque a veces se vea, y sea, intensamente Azul.

Saturday, October 01, 2011

Funny How Time Flies

¿Conoces esa sensación de conversar con alguien y sentir que sabes lo que va a decirte y que lo has conocido de toda la vida? ¿O, tal vez, de otra vida, como dijo Cerati? Así fue con Sowing The Seeds Of Love. Era tan sorprendente y al mismo tiempo tan Beatles, que llegué a dudar si estaba escuchando una canción nueva o una ya oída mil veces. Recuerdo el momento, el lugar, la temperatura. Era fines de 1989 y Tears For Fears atacaba otra vez. Años antes, Shout había sonado en la radio como un animal muy extraño. Hasta ahora, cada vez que la escucho, me acuerdo de Matías Guzmán, con aire de profeta entre decks, tornamesas y vinilos diciéndome "hey, esto va a ser un clásico". Pero aunque Shout haya llegado a ser el clásico que es, mi favorita de Songs From The Big Chair fue siempre Head Over Heels. I wanted to be with you alone, and talk about the weather. You keep your distance with a system of touch and gentle persuasion. Lost in admiration, could I need you this much? Es la canción de Donnie Darko, pero, por sobre todo, es la canción de las tardes de los últimos días de corbata rosada. 1985, un año particularmente dulce.

The Seeds Of Love tenía otras canciones impresionantes. Woman In Chains, sobrecogedora, con Orzabal a dúo con Oleta Adams, con la batería de Phil Collins (era obvio) y con esas guitarras que Morrissey se metió al bolsillo para una canción suya, me dejó helada cuando la oí. It's under my skin but out of my hands. No eran los mejores días de mi existencia. Cómo pasar de mejor amiga a novia y viceversa en un mes pero terminar sin pan, pedazo, ni casette. Jamás me lo devolvió. Me costó volver a escuchar con gusto esa canción. Pero como todas las cosas pasan, finalmente sucedió. Y una noche en un asado, en una casa que no recuerdo de quién era, alguien puso The Hurting. Se transformó inmediatamente en uno de mis discos favoritos de TFF, era que no, con The Hurting, Mad World, Watch Me Bleed, Pale Shelter y Change, todas juntas. Creo que todavía tengo el casette copiado. Después, no sé lo que pasó. No volví a emocionarme con un disco suyo. Elemental pasó por mi vida filtrado, en forma de singles radiales y lo mismo Raoul And The Kings Of Spain. La verdad es que vine a pescarlo hace realmente muy poco.

Pero la vida es ahora y todas esas canciones están sonando en mis orejas y las siento en cada pelo de mis brazos y en las venas que corren por debajo. No puedo dejar de bailar. Es lo bueno de estar en cancha. Memories (do not) Fade. Aparecen otros recuerdos. Como God's Mistake en los parlantes de un pabellón y yo diciéndole a Canessa, mi eterno anestesista, "que buena canción" justo mientras me estoy durmiendo. Y otro inolvidable: un disco nuevo de TFF, Closest Thing To Heaven y Call Me Mellow en el programa de mi amigo Cancino, como un regalo de los dioses, como dice Jim Steinman. Someone must have blessed us when he gave us those songs. Me parece increíble que hayan pasado ya 7 años. Suena la siempre adorable Secret World. De pronto miro todo a mi alrededor y no puedo dejar de sonreír. El setlist ha sido un flashback emocionante. En todas esas canciones está Lo Bello y Lo Triste. The kind of funny, the kind of sad. Aunque más que todo, está la vida, mis momentos y mis personas favoritas. Las que se quedaron, las que se fueron y las que fueron llegando. My army of fortune. El Feli me abraza y yo pienso en cómo ha volado el tiempo. En lo que creí perder y en lo mucho que me llegó. Sí, el tiempo vuela y la hora avanza. Tocan Head Over Heels y la escucho tal como siempre quise hacerlo. This is my four leaf clover. Sigue Woman In Chains y se me pone la carne de gallina. Sabemos que Shout es la última y yo igual me quedo knock-out. Es impresionante oírla en vivo. Como siempre digo, en la vida hay canciones que nunca pueden olvidarse. No quiero irme. No quiero que se termine. Pero en realidad, no me importa. Everybody Loves A Happy Ending. Y yo, yo no podría haber imaginado un final más feliz para este Viernes.